Los resortes de suspensión de automóviles y camiones generalmente se dividen en tres categorías: resortes de láminas, resortes helicoidales y barras de torsión. Estos resortes sostienen el vehículo, lo que le permite reaccionar suavemente a las diferencias de altura de la carretera, los baches y la carga dinámica del vehículo, como los pasajeros, la carga, el frenado y los giros. Si bien los resortes continuarán oscilando hasta que actúen sobre ellos una fuerza externa, los amortiguadores eventualmente se desgastarán, razón por la cual el reemplazo del amortiguador debe estar en su radar.

Los amortiguadores son pistones llenos de líquido hidráulico, conectados entre la carrocería o el bastidor y los brazos o ejes de control. El fluido hidráulico en el amortiguador fluye a través de válvulas restrictivas, ejerciendo resistencia a las oscilaciones del resorte.

La amortiguación hidráulica o la absorción de impactos es importante, porque demasiado rebote puede ser incómodo y peligroso. Las suspensiones gastadas a menudo conducen a una calidad de navegación similar a la de un barco, lo que puede hacer que las personas se sientan mareadas y, lo que es más peligroso, provocar patrones de desgaste anormales y ruido de neumáticos. Luego, si una llanta y una rueda comienzan a rebotar incontrolablemente, sin amortiguación, la llanta puede rebotar fuera de la carretera. En una curva o una parada a alta velocidad, esto podría provocar la pérdida del control del vehículo.